El escuadrón Caza Fraudes del IBAL sigue dando resultados positivos frente al robo de agua potable, como la desviación de una tubería, al parecer para reducir la lectura del consumo.

Así lo confirmó Sandra Vélez, directora Comercial de la entidad, quien reveló que el caso más reciente fue detectado en la vía que conduce al aeropuerto Perales, donde varios locales comerciales presuntamente se abastecen con solo 12 metros cúbicos y venden el agua a arrendatarios, afectando el sistema hidrosanitario en la comuna Ocho.

Asimismo, Vélez relató que con estas acciones se busca brindar un servicio con calidad y continuidad, empleando medidas rigurosas para prevenir el uso ilegal del recurso hídrico.

“El fraude de agua potable no solo afecta la sostenibilidad del sistema, sino que perjudica a toda la comunidad al incrementar los costos operativos y disminuir la disponibilidad del recurso para aquellos que lo necesitan legítimamente. Por esta razón, el IBAL está tomando acciones concretas para identificar y corregir estas irregularidades, así como la aplicación de sanciones correspondientes”, explicó Vélez.

 

Es de recordar que, según el Artículo 256 del Código Penal, que habla sobre la Defraudación de fluidos, “el que mediante cualquier mecanismo clandestino o alterando los sistemas de control o aparatos contadores, se apropie de energía eléctrica, agua, gas natural, o señal de telecomunicaciones, en perjuicio ajeno, incurrirá en prisión de 16 a 72 meses, y multas de hasta por $195 millones”.

Finalmente, la funcionaria señaló que el IBAL trabaja para que el acceso al agua potable sea para todos pagando lo que se consume.

Operativo Caza Fraudes

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